El
pasado 19 de mayo se celebró en Burgos un nuevo curso de Sondo Kwan Hapkido
impartido por el Maestro Francisco Javier, 7ªDan, dónde acudieron los
compañeros del resto de delegaciones para seguir progresando en este Arte
Marcial, buscando el máximo aprovechamiento de este entrenamiento bajo la
atenta mirada del Maestro.
El
momento de reencontrarse con los compañeros, previo al entrenamiento, siempre
llena de fuerzas y ganas de darlo todo, disfrutando en tan buena compañía.
Comenzamos
con el necesario calentamiento estático que progresivamente va dando paso a
otro más dinámico con ejercicios propios que preparan al practicante para el
curso que se desarrollará, entre estos está el repertorio de caídas, el yacaré
y otros llegando a un circuito en el cual se trabajó principalmente el golpeo
con puños y rodillas cuando uno queda desorientado tras salir del clinch. Este
trabajo terminó de preparar al grupo para afrontar la primera parte de trabajo
de sparring, elevar el ritmo cardiaco.
El
tiempo de recuperación se aprovechó en trabajar repertorio de luxaciones a
nivel técnico, que siempre es necesario para seguir mejorando.
Se
subieron paulatinamente otra vez las pulsaciones y se aumentó el cansancio con
un apartado de proyecciones, viendo en este caso como resolverlas en función de
los medios que se tengan o bien en función de la respuesta del oponente.
Y
llegamos finalmente al último apartado, ya con las condiciones necesarias para
conseguir el trabajo deseado. El ritmo cardiaco alto, cansancio y un trabajo de
estrés llevan al límite al cuerpo y mente; el trabajo en sí consistió en ir
entrando uno tras otro tanto con golpeos de puño, como de palo a por un único
compañero que solo podía finalizar el trabajo con cada entrada de oponente
única y exclusivamente derrivándolo.
Lo que
se busca con este tipo de trabajo es por un lado ver bajo estas condiciones
defectos en la técnica a la hora de cubrirse y/o entrar al cuerpo a cuerpo y
por otro que la mente no se quede bloqueada cuando se le somete un nivel de
fatiga y estrés elevado.
Y
finalmente como no podía ser de otra forma se hizo la foto de grupo antes de ir
todos juntos a por una merecida cena donde seguir disfrutando de tan buena
compañía.